Como mencioné en los artículos anteriores; y es mi opinión personal quienes deberían pagar las certificaciones e incluso las membresias deberían ser los empleadores, ya que al final ellos son los que tienen recursos y le pueden sacar provecho.
En algunas de las empresas en las que he trabajado, los empleadores ofrecen el modelo de pagar la certificación a cambio de cláusulas de permanencia (la mayoría de las veces ridículas). Estas cláusulas y por lo que he hablado con la mayoría de mis colegas hace que las personas tengan miedo de pedir apoyo debido a que no quieren “vender su alma al diablo”. Mi comentario es no tengan miedo; si la cláusula no tiene sentido intenten negociar para buscar una solución más razonable.
Se preguntarán hasta ahora, “¿Por qué tanta negatividad en estos artículos?”. No es negatividad, con esta serie de artículos busco compartir mis reflexiones con respecto a lo que pasa en la realidad y lo que pocos se atreven a decir; es una forma de buscar que las cosas que están mal, cambien para bien.
También, he tenido la experiencia durante los últimos años de ser parte de empresas que incentivan y patrocinan a sus empleados con programas de educación y certificación; esto tiene resultados positivos, los cuales mencionó a continuación:
- Equipos de trabajo más competitivos (siempre y cuando la distribución de presupuesto se haga de manera equitativa entre todos los miembros del equipo).
- Con equipos de trabajo más competitivos, se eleva la calidad de los servicios prestados, por lo tanto clientes más felices y satisfechos.
- Cuando la empresas promueven la educación de sus equipos de trabajo se genera una competencia sana y los empleados son más felices. Que sí!, que hay riesgo de que una vez hagan el curso y se certifiquen renuncien!, pero, también existe la posibilidad de que los empleados se queden y aporten más al desarrollo de la organización ¿no?
¿Qué hacer si necesitas patrocinio en tu organización?
Si te encuentras trabajando y quieres tomar un curso o certificación, piensa en lo siguiente:
- ¿Estoy feliz en la organización? ¿Me veo trabajando en esta organización durante los próximos 1-3 años?
- ¿El curso/certificación que quiero es relevante para la misión de la organización? ¿cuáles serían los beneficios para la empresa si me patrocinan?
- ¿El curso/certificación que quiero es relevante para mi? ¿Cuáles serían esas habilidades que puedo desarrollar? ¿cómo aportarían esas habilidades a mi rol?
- ¿Estoy interesado en compartir los conocimientos adquiridos durante el curso o preparación del examen con mi equipo de trabajo? (Este sería un gran beneficio, no solo para ti, si no para todos tus compañeros).
Si pudiste responder estas preguntas y puedes armar un argumento válido, simplemente habla con el área de desarrollo humano y con tu jefe mostrando los beneficios de invertir en tu formación.
Factores que influyen en el valor de una certificación:
- La entidad que emite la certificación. Las certificaciones emitidas por entidades reconocidas y acreditadas son generalmente más valoradas que las emitidas por entidades menos conocidas. Mi recomendación aquí es ir a twitter o reddit y ver que opinan las personas sobre la entidad o sobre una certificación específica. ¿No le vas a creer solamente a lo que dice la entidad en su sitio web, verdad?
- El contenido del curso y el examen de certificación. Un examen que evalúa habilidades y conocimientos relevantes para el trabajo y que presenta retos o escenarios de análisis tendrá más valor que un examen que se enfoca en preguntas triviales.
- El proceso de obtención de la certificación. Si la certificación requiere un examen desafiante y una experiencia práctica significativa, tendrá más valor que una certificación que se puede obtener fácilmente. Personalmente me gusta cuando hay que resolver casos mediante análisis y emitir informes.
- Precio y costos de mantenimiento: Es importante encontrar un equilibrio entre el costo y los beneficios potenciales antes de tomar la decisión de obtener o mantener una certificación. Investiga el costo total de la certificación, incluyendo el precio del examen, los cursos de preparación y las tarifas de mantenimiento.
Conclusión
El mercado de las certificaciones tiene varios actores, como lo hemos visto en esta serie de artículos. Cada uno de los actores tiene sus intenciones (buenas o malas) y hay que entender la perspectiva de cada uno. Lo importante, es recordar que las certificaciones no son un sustituto del conocimiento, la experiencia y las habilidades. Las empresas deben invertir en la formación y desarrollo continuo de sus colaboradores; pero es nuestra responsabilidad definir la estrategia de nuestro propio aprendizaje.
Si queremos que las certificaciones sean más que un simple adorno en nuestro currículum o perfil de LinkedIn, debemos enfocarnos en el aprendizaje continuo y en la adquisición de habilidades relevantes para el mercado laboral. De esta manera, las certificaciones tendrán un verdadero valor ya que pueden reflejar nuestras capacidades y nuestro compromiso con la educación.